miércoles, 29 de julio de 2009
Las Emociones. (1).
En ésta ocasión iniciaré el estudio de lo que en éste Trabajo se entiende por ''Emociones''. Puedo adelantar la afirmación de que las llamadas ''Emociones'' son el eje alrededor del cual se desenvuelve el trabajo que produce los cambios esperados para nuestro desarrollo. Pero me parece pertinente el que realicemos, de manera breve, una recapitulación de las ideas fundamentales sobre las que éste Trabajo se basa, acerca del estudio del humano. Empezaré con esa importante afirmación de que el humano, tal como lo encontramos, antes de iniciar un trabajo sobre sí mismo, no es un ser completo, acabado. La Naturaleza lo desarrolla hasta cierto punto y luego lo deja, para que libremente, por sí mismo y con su propio esfuerzo e iniciativa, complete el desarrollo que lo conducirá al estado que lo convertirá en plenamente humano, o, de no ser así, que viva y muera como nació, o aún que degenere y pierda sus capacidades iniciales y su posibilidad de desarrollo. En éste caso, el desarrollo del humano consiste en el desenvolvimiento de ciertas facultades, poderes, cualidades y propiedades, en general una serie de características del humano pleno, que permanecen latentes, y que nunca pueden desarrollarse de manera espontánea, antes por el contrario, ese desarrollo exige esfuerzos específicos y adecuados, y una ayuda suficiente por parte de aquellos que iniciaron previamente un trabajo sobre sí mismos. Aquí encontramos una diferencia notable con la versión Bíblica de la creación humana, ya que en dicha versión se afirma que el humano fué hecho a la imagen y semejanza del propio creador, lo que implica que no puede esperarse un estado mejor o más perfecto que ese. Es decir, la creación Bíblica señala que el Humano es creado completo y pleno y sin necesidad de desarrollo futuro posible. En éste Trabajo, la Naturaleza crea al Humano para que, ejerciendo su libertad, alcance, por sí mismo, su pleno desarrollo posible. Naturalmente que ésta no es la única diferencia notable entre las propuestas de las corrientes ''religiosas'', y éste Trabajo, que definitívamente no es religioso, y que por principio, deja de calificar de manera ''moral'' como ''bueno'' o ''malo'', lo que observa, sino como: ''todo aquello que me facilita o promueve mi desarrollo, o todo aquello que me entorpece o dificulta mi desarrollo''. Esta podría considerarse como una de las ''liberaciones'' que este Trabajo ofrece, del fantasma de la ''culpa'', con todas sus consecuencias. En entregas posteriores, dentro de éste apartado sobre '' las emociones '', repasaremos las principales funciones del organismo humano, los estados de conciencia que podemos experimentar, y las relaciones que se dan entre las funciones y los estados de conciencia. Todo ésto sin perder de vista que se trata en estas descripciones, como de fotografías de un humano común, antes de iniciar el posible proceso de desarrollo.
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