jueves, 6 de agosto de 2009
La Conciencia.
Ya hemos comentado anteriormente que existen en el Humano cuatro posibles ''estados de conciencia'' : el sueño, la conciencia relativa, la conciencia de sí, y la conciencia objetiva. El Humano ordinario, el que no ha iniciado todavía el trabajo sobre sí mismo, pasa la mayor parte de su vida en los dos primeros estados de conciencia, o sean, en el sueño y en el estado de conciencia relativa. También es posible que en dicho Humano se presente, en algunos momentos, en forma de chispazos, el estado de conciencia de sí, y lo más probable es que ignore en forma total, las características del cuarto estado de conciencia, o conciencia objetiva. Naturalmente que el humano ordinario, el que vive solo en los dos primeros estados de conciencia, es incapaz de comprender los alcances y las posibilidades que le brindarían los estados superiores. En el mejor de los casos, cuando se trata de personas que se definen a sí mismas como del tipo ''espiritual'' o conocedores del ''ocultismo'' y de los aspectos ''esotéricos ''de la vida, consideran que ya poseen dichos estados superiores de conciencia. Es muy dificil que lleguen a distinguir las características, alcances e importancia de dichos estados dentro de éste Trabajo. Por lo pronto haremos un breve comentario de los dos primeros estados de conciencia. Lo que denominamos ''estado de sueño'', es un estado fundamentalmente pasivo, en el que los Humanos pasan entre una tercera parte y a veces hasta la mitad de su vida. Este estado es completamente subjetivo, en el que se mezclan impresiones reales, con recuerdos pasados o recientes, con fantásticas imagenes de su imaginación. Cuando decimos que el Humano se ''despierta'', ingresa al estado que denominamos de conciencia relativa, y aquí vamos a hacer una afirmación importante para nuestro estudio, y es que cuando entramos al segundo estado de conciencia, no desaparece el primer estado de conciencia, es decir, el sueño no desaparece al momento de que entremos en el estado de conciencia relativa. El sueño permanece, como permanecen las estrellas y la luna en el dia, aun que no se distingan por la luz que se presenta despues del amanecer. Y además, cuando llegamos a detectarlo, lo denominamos ''ensoñacion'', o ''sueño despierto'', y hasta lo consideramos como una característica apreciable. Es debido a ésta situación que el llamado ''mundo real'' está oculto tras los espesos velos de la ensoñación y la imaginación. Por ésto en éste Trabajo se dice que el Humano está ''dormido'', que vive en el ''sueño'', pero no se da cuenta. Se mantiene en el Humano ésta situación, porque todas las características de la vida alientan el sueño, lo mantienen y lo promueven desde los primeros años del niño, la educación, los hábitos trasmitidos de padres a hijos, la imitación que hace el niño de los adultos,etc. La enorme maraña de hábitos nos inducen al sueño. Vivimos nuestra vida en el sueño y morimos en el sueño. Por ésto es tan dificil despertar. Y aún si alguien describe las características del tercer estado de conciencia, en el que efectívamente despertamos, el Humano objetará que ése es su estado habitual y naturalmente no deseará hacer esfuerzos por obtener al go que considera que le pertenece desde su nacimiento. En la próxima entrega comentaré el tercer estado de conciencia.
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