jueves, 5 de marzo de 2009

Trabajo Inutil del humano (5)

Encontramos entonces, como uno de los problemas que debemos estudiar, esa creencia de que somos siempre uno y el mismo. La realidad es muy diferente. Ya señalábamos que la identificación mantiene en cada uno de nosotros, muchísimos "yoes", a los que siempre llamo Yo, como si siempre fuese el mismo, sin serlo. Cada humano tiene un repertorio definido de roles, de "papeles de actuación" , que desempeña en cada una de las circunstancias ordinarias y habituales de la vida. Es lo que ya hemos comentado anteriormente (1/28/09/) como nuestra personalidad, que no es otra cosa que una combinación de actitudes, sentimientos y formas o maneras de pensar, y que me sirven para atender la demanda que la circunstancia particular me requiere. Se tiene un papel para cada clase de circunstancia en que me encuentro habitualmente. Y también la personalidad con la que respondo a esa circunstancia es habitual, la he aprendido y se presenta de manera habitual. Naturalmente, el estudio de los papeles que cada uno desempeña, de las personalidades y sus características, es una parte indispensable del conocimiento de sí. Y no hay que preocuparse mucho, el repertorio de cada uno es muy limitado. Corresponden a los ambientes en los que cada uno vive: uno o dos para su familia, uno o dos para su trabajo,( naturalmente uno para sus superiores y otro para sus compañeros de trabajo, o sus subordinados), uno para sus amigos del café y otro para las conversaciónes "intelectuales"sobre temas "sublimes", etc., y en cada uno estará complétamente identificado, con una personalidad o con otra y será incapaz de separarse de ella, o de dejar de llamarse Yo, a sí mismo. Ver nuestros papeles, conocer nuestro propio repertorio, y sobre todo, saber lo limitado que es, ya es saber mucho. Y aquí es donde encontramos algo muy importante : fuera de su repertorio habitual, es decir, tan pronto algo le haga salir de sus rutinas, aunque solo sea por un momento, se sentirá terriblemente incómodo, y entonces hará todo esfuerzo posible para volver , cuanto antes, a uno u otro de sus papeles habituales. Al recaer de nuevo en algun camino trillado, todo sentimiento de malestar y de tensión desaparece. Y podemos afirmar que siempre es así , siempre es así en el mundo, en la vida. Pero en esta enseñanza, para observarse a sí mismo, es absolútamente necesario aceptar, admitir ese malestar y esa tensión y no evitar los estados de incomodidad, pues solo a través de éstos estados, podemos realmente aprender a vernos. Y la razón es muy simple : en sus papeles habituales, se siente cómodo y en páz. Pero si quiere trabajar sobre sí mismo, tiene que destruir su paz, que no es otra cosa que rutina, comodidad,"sueño". En ésto, cada uno debe escoger, sin engañarse a sí mismo. Debe liberarse de sus fantasías que le dan seguridad, y enfrentarse a la realidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y es entonces cuando entiendo que en la historia de la música (sobretodo en el Siglo XX) se trató de romper con la paz de la tonalidad. Ésta le permitía al escucha sentir pura comodidad y salvo en casos muy revolucionarios (como en Mozart o Beethoven) salirse de la comodidad. Gracias a la ruptura de la tonalidad pude ser participe de una realidad sonora mas compleja y mas interesante aunque esto no signifique que el arte anterior es en menor grado interesante.