viernes, 15 de mayo de 2009
La Parábola de la Prisión.(4)
En ésta Parábola se encuentran referencias a la situación que guardamos, ante nosotros mismos y ante nuestras circunstancias de vida, en las etapas previas al ''darnos cuenta'', es decir en ese estado en el que, lo que predomina en nosotros son los sueños, las fantasías, la imaginación sobre quienes somos y como somos, en donde la ''falsa personalidad'', que gira alrededor de nuestro ''defecto principal'', nos nubla la realidad. También, en el proceso de ''darme cuenta'', empiezo a reconocer que no soy tan libre como creía, que mi vida está condicionada por múltiples factores, la mayoría de los cuales han sido aceptados por mí, a lo largo de mi existencia, e incorporados a mis maneras de pensar, a mis estilos de sentir, a mis modos de actuar. Otros factores me han sido impuestos, por las circunstancias ambientales que rodearon y rodean mi vida. Es preciso que empiece por ''darme cuenta'' de: que es lo que me ata y me impide ''ser libre''; que es lo que me limita, condiciona, regula mi proceder; cuales son las leyes, normas, mandamientos, que rigen mi comportamiento; cuales son los códigos de mi particular estilo de vida. En resumen, qué es lo que me mantiene ''prisionero'', y para colmo de males, condenado a muerte. Continuando en ésta línea de análisis, encontramos que existen diversos niveles de apreciación de la Parábola: Una prisión referida al ámbito de mi persona, relativos a mi manera de pensar , de sentir y de actuar, o sea lo que se refiere, y solo a manera de ejemplo, a como me mantienen prisionero, mis prejuicios, fobias, hábitos; así mismo podemos encontrar, en otro nivel de apreciación, una prisión referida al ámbito social, al ámbito del contexto social en el que me encuentro, a las circunstáncias que me restringen, y aquí me estaría refiriendo a las costumbres, la moda, la usanza tradicional de mi entorno; podemos distinguir un ámbito social más amplio, una prisión referida al nivel político-social y al lugar geográfico en donde vivo, y aquí podría referirme a determinaciones tan importantes y decisivas como la religión-ideología, el lenguage, la nacionalidad, y todas las fobias sociales y políticas que predominan en el lugar donde resido. Naturalmente debe quedar claro que todos esos condicionantes mencionados , en cada nivel , pueden afectarme de muy diversas maneras, y en éste sentido, lo que debo observar es que tanto me afectan en mi conducta y que tanto puedo considerar que limitan o anulan mi libertad. Y sobre todo, que tantas respuestas conductuales a los estímulos internos y externos, se dan de manera automática, mecanica, y que tanto o en qué medida, soy consciente de las respuestas que doy. O sea que, mientras mi observación me evidencie que actúo de manera automática, mecánica, influenciado por los condicionantes que hemos apuntado, mi situación será la de un prisionero , dormido y sin libertad. Conforme mis respuestas sean cada vez más conscientes, empezaré a despertar y a recuperar mi libertad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario