jueves, 16 de julio de 2009
''Darme Cuenta''.(4)
Si se quisieran describir las características más resaltantes del humano, antes de iniciar el proceso de Trabajo sobre sí mismo, empezaríamos por señalar que se trataría de un humano casi un autómata, que reaccióna bajo las influencias exteriores, bajo las impresiones que le producen dichas influencias, que le provocan diferentes movimientos reflejos, aprendidos previamente, habituales por lo repetitivos y que en general conforman la apariencia de personalidad con la que usualmente se relaciona con su entorno, con los demás. Dichas reacciones a las influencias se dan de manera habitual, porque dichas influencias han producido impresiones que han quedado grabadas en las memorias de los ''centros''que controlan las funciones del organismo humano. Naturalmente encontramos que dichas reacciones a las influencias provocan una serie de deseos efímeros, cambiantes y muchas veces contradictorios, que matizan la caótica vida emocional del humano ''autómata'', del humano ''máquina'', que provocan los ''yo deseo'', o ''yo no deseo'', ''me gusta'', o ''no me gusta'', ''tengo aversión'', o ''tengo ganas de...'', etc. Todos esos deseos y aversiones estan siempre alentados y promovidos por asociaciones que mi mente acepta pasívamente, sin ningun intento de discriminación o de selección, plagados de fantasías y de imaginaciones sin dirección ni control. Dichas asociaciones son enteramente automáticas, y son en su conjunto denominadas como dependientes del llamado ''aparato formatorio'' o ''centro formatorio'', que como ya vimos previamente, es la parte mecánica del centro intelectual, y comprende todo el registro de las impresiones y las asociaciones. Como muchas de las reacciones habituales se dan sin ''darme cuenta'', se dan las reacciones de caracter habitual en mi centro motor, en mi centro emocional y en mi centro intelectual, y en conjunto conforman lo que he denominado los ''yoes'', múltiples, cambiantes y contradictorios. En resumen diría que las influencias me provocan reacciones habituales, que a su vez promueven deseos y sensaciones, apoyados en asociaciones, mezcladas con imaginaciones,y que en conjunto conforman mis múltiples ''yoes'', cambiantes y contradictorios, que representa el retrato fiel del humano antes de iniciar su Trabajo. Algo muy diferente sucedería si existiera en mí, un Yo Unico, poseedor de Conciencia y Voluntad, que promoviera en mí pensamientos inteligentes, un pensar que obedeciera a la Conciencia y la Voluntad, y que apoyara a mis emociones y sentimientos, que no siguiera a un pensamiento mecánico, sino a la Conciencia, y que propiciara acciones libres, que obedecieran a las emociones, apoyadas por un pensamiento inteligente, y todo gobernado por un Yo único, individual, permanente, con Voluntad Libre no sujeta al accidente y con un Poder nacido de la Conciencia. La enorme diferencia entre las dos antes presentadas descripciones posibles, reside en el ''Darme Cuenta''. Es el inicio del cambio y la causa y fundamento del cambio. Es el eje alrededor del cual se desenvolverán mis capacidades, dentro de la espiral de mi desarrollo personal, hacia mi plenitud como humano.
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