viernes, 11 de septiembre de 2009

Recapitulación (3).

Vamos a iniciar una serie de reflexiones sobre tres de los principales hábitos de nuestro Centro Intelectual : La Mentira, La Imaginación y El Hablar Sin Control. Por lo que respecta a La Mentira, diremos que en general, el Humano tiende a simular que conoce La Verdad, y por supuesto ésto es una mentira, puesto que no se trata de La Verdad, sino de ''su'' verdad. Y que es ''su verdad''?, pues todo lo que ha logrado entender o conocer, y lo que le han dicho que es verdad y que ha aceptado como verdad. Y ésto es así porque ha confiado en quien le ha instruido sobre la verdad. Por tanto se convierte en un asunto de ''creer'' en quien dice conocer la Verdad y no tanto en buscar La Verdad. La Verdad pues, se convierte en el mejor de los casos , en un asunto de ''confianza'', en otro humano o en sus obras; y si a ésto el humano le suma el poco interes que tiene por verificar por sí mismo, se encuentra con que sus ''verdades'' pueden ser mentira. Hay ocasiones en que el humano solo simula conocer la verdad y eso es mentir, porque , cada vez que se habla de algo que se ignora, pero que se afirma como si se supiéra, estamos mintiendo. En general, no se busca la Verdad, sino solo ''mi verdad'' y ''la verdad'' de mi grupo, ya sea éste social, político o religioso. Lo más grave es que todo este juego se hace sin que el humano se de cuenta. Todo sucede. Se presenta de esa manera sin intervenir la conciencia. Todo es un hábito mental al que me he acostumbrado sin cuestionarlo.
Con respecto a la Imaginación, es muy importante distinguir que aquella Imaginación, cuando se manifiesta sin dirección ni control, es la que se considera en este Trabajo, como un hábito del Centro Intelectual. Y habrá que distinguirla de aquella Imaginación como facultad creadora y diseñadora de los planes y las estrategias de mi posible desarrollo. Mi imaginación sin control, está muy cerca del ensueño, aunque el ensueño es más amplio, pues abarca tanto al Centro Intelectual, como a los Centros Emocional y Motor. Es el hábito de imaginar el que me impide precisamente, la necesaria concentración que requiero, cuando estoy interesado en diseñar una estrategia, o encontrar una solución a algún problema que me planteo, o crear una nueva espresión artística. Cuando mi imaginación interfiere en mis decisiones, es cuando es considerada como no favorable o no promotora de mi desarrollo, cuando es considerada como habito.
Por lo que respecta al habito de hablar de manera desordenada, podemos afirmar que se trata de uno de los hábitos mas dificiles de estudiar y naturalmente de suprimir. Se trata de una tendencia muy arraigada a manifestar a los demás mi ''valía'' e ''importancia'', con base en lo que considero que son mis ''conocimientos'',y mis ''criterios de juicio'', y de lo cual quiero presumir. Se trata ni mas ni menos que de un problema de Vanidad, de tratar de justificarme ante los demás y pretender que mi vida tiene un sentido y que tengo ''valor''. Por eso trato de hablar de todo y en toda oportunidad; trato de demostrar que ''sí sé'', que puedo opinar de cualquier tema, que tengo un criterio formado y que por tanto, puedo opinar. Por eso critico lo que sucede en mi derredor, para enfrentar mi punto de vista al de los demás y probar que mi criterio es mas válido. Naturalmente que lo que sucede es que necesito que me escuchen, y si no encuentro a nadie, hablo conmigo mismo, o hablo en mis suenos. Es un habito que requiere que lo observe y lo estudie y analice sus implicaciones en mi vida y en mi entorno, por mucho tiempo.

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