Recapitulación (4).

Les presentaré algunas reflexiones sobre los llamados habitos del Centro Emocional. Si decidimos empezar a observarnos y a estudiar el resultado de dichas observaciones, tendremos la oportunidad de descubrir una enorme cantidad de aspectos, todos muy importantes, que estaban ocultos a la Luz de mi Conciencia y de los que no tenía ninguna noticia. En especial, el estudiar las emociones, será un encuentro con un campo lleno de aspectos interesantes. En un primer acercamiento puedo deducir que las emociones como la alegría, el afecto, la simpatía, la confianza, etc., tienen su contrario, su antítesis en la tristeza, el odio, la repulsión, el temor, pero no es así. Este Trabajo señala que las llamadas emociones negativas o degradables, no son tales, sino que en realidad se trata de sensaciones instintivas, que deben ser totalmente extrañas a nuestras emociones y que son alentadas por nuestra ensoñación y nuestra falta de dominio de nuestro caracter. Son pues sensaciones químicas desencadenadas por los acontecimientos exteriores y los procesos internos, los cuales provocan dichas sensaciones, que erroneamente confundimos como emociones. Las verdaderas emociones, que son siempre positivas, no pueden cambiarse en emociones negativas, porque éstas no existen. Nuestras sensaciones negativas o desgradables, que tienen un origen instintivo, no las puedo alcanzar directemente para modificarlas o cancelarlas. Lo único que puedo hacer, es primero hacer el esfuerzo de darme cuenta de ellas, despues reconocer su origen en procesos químicos y por último, tratar de no expresar dichas sensaciones negativas, que solo me causan pérdida interna de energía valiosa. Debo reconocer que mucho de lo que llamo ''mis estados de ánimo'', en realidad son provocados por influencias exteriores, y como autómata, solo les respondo con reacciones automáticas, con los llamados hábitos, de los que no soy dueño en absoluto. Debo empezar a reconocer que tengo muy poco o casi nulo poder sobre mi mismo y mis reacciones, que mi conducta obedece a estímulos y a influencias que no tienen nada que ver con mi ''Voluntad''. Al llegar a convencerme de que mucho en mi vida procede de condiciones ajenas a mí mismo, y que mi vida está colmada de hábitos automáticos con los que respondo a mis circunstancias externas o a estímulos instintivos, es posible que descubra la enorme importancia que representa para mi vida, el iniciar un camino de liberación de mis hábitos y de una paulatina búsqueda de conciencia y control de mi mismo.