Esta Ley de Siete o de La Octava es la que nos explicaría porqué, lo que nos sucede más frecuentemente es que, nuestras actividades no van en línea recta, no continúan en línea recta, porqué al comenzar algún proyecto, al poco tiempo continuamos haciendo otra cosa totalmente diferente, que inclusive, a menudo, se torna todo lo contrario de lo que originalmente empezamos, naturalmente sin que nos percatemos de lo que sucede y pensemos que todo sigue igual y en la misma dirección. Esta situación se puede esclarecer al comenzar a comprender la enorme importancia y significado de los intervalos que surgen en todo desarrollo y que obligan a la línea de desarrollo de fuerzas a modificar su dirección, a curvarse, a tornarse inclusive en su propio contrario.
Desde el momento en que empezamos a observar el desarrollo de los fenómenos, empezamos a darnos cuenta de que las cosas ocurren así y que los cambios de direccion en los acontecimientos los podemos detectar prácticamente en todos lados. Pongamos un ejemplo de algo que nos ha pasado a todos : despues de un cierto período de actividad enérgica y de emoción intensa, porque nos interesa el proyecto, interviene una reacción casi imperceptible y el trabajo empieza a parecernos aburrido y cansador, momentos de indiferencia que identificamos como fatiga, empiezan a poblar nuestros sentimientos, y en vez de continuar la tarea, se buscan compromisos ajenos a nuestro proyecto y comenzamos a descartar o a suprimir los que empiezan a parecernos como problemas difíciles o sin sentido. Si es que continuamos el proyecto, este se desarrollará ya no en la misma dirección que al inicio, y lo que es peor, el trabajo se hace mecánico, el sentimiento de entusiasmo inicial se vuelve cada vez más y más debil, baja el ritmo general de trabajo, y nuestro pensamiento se vuelve rígido y dogmático. Todo prosigue así durante otro tiempo y luego se presenta una nueva reacción , una nueva detención, una nueva desviación. El desarrollo del trabajo puede continuar aún, pero lo que se inició con entusuasmo y ardor, se ha tornado en una formalidad obligatoria y a nuestra apreciación, hasta inutil. Quizás en este punto hasta deseemos cambiar el proyecto inicial , o iniciar un nuevo proyecto o iclusive dejar de trabajar por un tiempo, hasta que se diluyan los sentimientos de molestia, irritación, y hostilidad que se están apoderando de mi persona. Naturalmente que el grado de intensidad de lo descrito variará mucho de persona a persona y de proyecto en proyecto, pero en general, es posible el que detectemos esos momentos de cambio en nosotros mismos y los podamos observar para identificar sus caracteristicas y de esa manera empezar a conocerlos, y desde luego continuar conociéndonos.
Podemos decir que el mismo fenómeno de los intervalos se puede identificar en todas las esferas de la actividad Humana, en la ciencia, en la filosofía, en la religión y en el arte, en el ámbito de la vida individual , en el ámbito de la vida social y en ámbito de la vida política. En todos estos campos es posible que observemos ejemplos de como la línea de desarrollo de fuerzas que inicialmente tenían una direccion definida, al cabo de cierto tiempo, se desvían y en algunos casos hasta continúan en dirección diametralmente opuesta. Sería muy interesante que iniciaramos el estudio de algunos episodios de la historia Humana, desde éste muy particular punto de vista, para que confirmemos hechos que nos van a parecer sorprendentes y que, ademas, serán ilustrativos de esta Ley.
viernes, 30 de octubre de 2009
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