Ley de Siete o de la Octava. ( 5 ).

Podemos apreciar un ejemplo completo de la Ley de la Octava, en la Grán Octava Cósmica que nos llega en la forma del Rayo de Creación. De una manera muy general se puede afirmar que el Rayo de Creación es uno de los numerosísimos, quizas sin número, mundos existentes dentro del Absoluto,( que es el término con el que designamos a Todo y Todas las Cosas), pero con la particularidad de que es el Rayo de Creación en el cual tenemos nuestra existencia. Dicho Rayo lo componen una cadena de Mundos que va desde el Absoluto como El Todo, al Absoluto como La Nada. El Absoluto da nacimiento a una cantidad indefinida de mundos diferentes, cada uno de los cuales emite un distinto, un diferente Rayo de Creación. Además, cada uno de esos Mundos contiene a su vez una cantidad tambien indeterminada de Mundos que representan una nueva y diferente refracción del Rayo. Es por ésto que de todos los Mundos Estelares representados por todas las Galaxias existentes, seleccionaremos a la Galaxia que nos interesa más: La Via Láctea. También La Vía Láctea está formada por una enorme cantidad de Soles, pero de entre todos ellos, escogeremos a nuestro Sol, que es el que está más cerca de nosotros y del cual dependemos de sobremanera. Cada otro Sol de la Galaxia representa otra refraccion del Rayo, pero no podemos estudiarlos con el mismo interés como el que ponemos para estudiar el Rayo en el que estamos situados. Adicionalmente dentro del Sistema Solar, el Mundo Planetario, tomado como un todo, está más cerca de nosotros que el mismo Sol, y dentro de dicho Mundo Planetario, el Planeta más cercano a nosotros es la Tierra, el Planeta sobre el cual vivimos. No necesitamos estudiar los otros Planetas de la misma manera que estudiamos a la Tierra, basta con que los consideremos todos juntos, en una manera especial. Después de la Tierra, nuestro Rayo termina en la Luna, despues de la cual sigue La Nada. La cadena de Los Mundos cuyos eslabones son : El Absoluto-Todo, todas las Galaxias, nuestra Galaxia La Vía Láctea con todos sus Soles, nuestro Sol, todos los Planetas del Sistema Solar, La Tierra, La Luna y finalmente, El Absoluto-Nada, forman El Rayo de Creación en el cual nos encontramos existiendo en el tiempo presente.
Vamos ahora a identificar la escala de ocho notas, en la Octava Cósmica de el Rayo de Creación : Al Absoluto-Todo le corresponde la nota Do, del inicio de una Octava Descendente. Los Mundos que el Absoluto crea en sí mismo son la nota Si. El intervalo entre Do y Si se completa en este caso, por la Voluntad creadora del Absoluto. El proceso de creación continúa desarrollándose por la fuerza de este impulso original y bajo el efecto del choque adicional que representa el ingreso de la Voluntad del Absoluto. De la nota Si se pasa a la nota La, que para nosotros equivale a nuestro mundo estelar, La Vía Láctea. De la nota La , se pasa a la nota Sol, que es el que representa a nuestro Sol del Sistema Solar. De Sol pasamos a Fa, que está representado por el Mundo Planetario, tomado como un todo. La siguiente nota es Mi , de nuestra Tierra. Entre el Mundo Planetario Fa y nuestra Tierra Mi, ocurre un nuevo intervalo, hay un solo semitono. Esto significa que de mantenerse esta falta de semitono, las radiaciones planetarias que llevan múltiples influencias, no podrían alcanzar a la Tierra, puesto que ella las reflejaría en vez de absorverlas. Con la intención de completar ese intervalo en ese punto del Rayo, se ha creado un dispositivo especial para recibir y trasmitir las influencias que vienen de los planetas. Este dispositivo especial es la Vida Orgánica sobre la Tierra. Dicha Vida Orgánica, recibe y trasmite a la Tierra todas las influencias destinadas a ella y hace posible el crecimiento y desarrollo ulterior de la Tierra. La Tierra, a su vez, con la Vida Orgánica, tambien trasmite las influencias que requiere la Luna, que es la nota Re de nuestra Octava Cósmica, y naturalmente también recibe las que ella envía a la Tierra. Despues de la Luna se encuentra el segundo Do de la Octava descendente y que está representado por el Absoluto-Nada.
Entre el Todo y la Nada se desarrolla nuestro Rayo de Creación, la Octava Descendente en la cual podemos localizar nuestra existencia y todas las posibilidades que nos pueden corresponder como Humanos.